
La sapiencia, la inteligencia, el evangelio prohibido para los cristianos: el saber.
Ese camino que te arranca la venda de los ojos, que toca caminarlo sólo y acompañado de ti mismo, que le quita el polvo a la oscuridad de la mente y del espíritu.
Que te libera de la inconciencia y te atrapa en querer conocer más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario